Hay quien lo llamará cobardía, pero tú prefieres considerarlo prudencia. En cualquier caso, has acertado. Estás a salvo. Sigues en el reino de los vivos, a menos que te despeñaras antes, en la primera decisión. En dos semanas, recibirás la próxima carta, sin más incidencias.
Ahora vuelve al salón. Hay algo importante que hacer allí. Tiene que ver con el cuadro.