¿Qué esperabas ver? ¿Tu deseo más profundo? ¿Tu mayor miedo? ¿Simplemente tu reflejo? No, no me creo esto último, porque todo el mundo sabe que en los lugares mágicos, no hay espejos normales. La cabaña de mi imaginación es un escenario frágil, cambiante, y el espejo es un límite difuso. Solo el vapor condensado te mantenía a salvo en el otro lado. Ahora estás en un limbo espectral, junto a los fantasmas de la gente que se despeñó en la primera decisión. Pero quién sabe, quizá eso es más interesante.

No te preocupes y vuelve con tu cuerpo ingrávido al salón. Hay algo importante que hacer allí. Tiene que ver con el cuadro.