Han pasado ya varios meses desde que os mandé mi última carta, pero aquí estoy, he vuelto. Pensaréis que os he tenido abandonados todo este tiempo y la verdad es que sí, no os voy a engañar.

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Queridas personas:

 

Han pasado ya varios meses desde que os mandé mi última carta, pero aquí estoy, he vuelto. Pensaréis que os he tenido abandonados todo este tiempo y la verdad es que sí, no os voy a engañar. He estado absorbida por el trabajo, la actualidad delirante y el simple acto de existir que, como ya os he dicho otras veces, me parece agotador. Muchos me habréis echado de menos y otros no sabréis ni quién soy ni por qué estáis recibiendo esta carta. A estos últimos os aclaro que en algún momento os disteis de alta para recibir mi newsletter. En verano se llama OLA y en otoño se convierte en Flecha, pero siempre soy yo escribiendo mis cosas, no tiene mucho misterio. Si en algún momento os cansáis de leerme, al final de cada carta encontraréis un enlace para dejar de recibirlas.

 

Quiero dar la bienvenida también a las más de doscientas personas que os suscribisteis después de escucharme en Hoy empieza todo 2 de Radio 3. Me han entrevistado antes en la radio, pero esta es la primera vez que el motivo es mi newsletter, así que podemos decir que me conocisteis en un momento muy feliz de mi vida. Solo por eso ya me caéis especialmente bien y espero que encontréis aquí algo que os guste.

 

Personas nuevas y personas veteranas, no sé vosotros, pero yo más que nunca necesito este espacio. Están pasando muchas cosas ahí fuera. Sé que llevamos varios años diciendo lo mismo, pero siento que se acercan grandes cambios a nivel global. Y estas cartas para mí son una constante necesaria, un lugar donde puedo escucharme pensar, donde, poniendo una palabra detrás de otra, soy capaz de entender y dar sentido a lo que pasa a mi alrededor.

 

Contad conmigo para refugiarnos durante un rato del ruido y del caos. Abriré mi caja de tesoros y os recordaré lo bonito que es el mundo. Se nos olvida a veces, pero tenemos mucha suerte de estar aquí para contemplarlo.

 

🎧 Después de la selección de temas que hice hace una semana para la entrevista en la radio (todos recomendados previamente en estas cartas), siento que me puse un listón imposible para elegir la canción de esta carta. Menos mal que la música es infinita y este es un himno incontestable.

 

Una lectura

Este libro se escribió en los ochenta pero tiene obsesionados a millones de adolescentes. Es la piedra angular del imaginario «dark academia» y bajo mi humilde criterio, un novelón. Cuando lo lees te das cuenta de la cantidad de libros y pelis que se han inspirado en él. Advierto que no es para todo el mundo y sobre todo, no engancha en cualquier momento. La primera vez que lo empecé lo abandoné y no hubiera vuelto a él si no fuera por la persistencia del fenómeno. Menos mal que lo hice porque tiene todo lo que me gusta y me interesa en la vida.
En Kindle / en librerías.

 

Flecha es una newsletter pero también es un club. Solo hay que tener instalado Telegram en el móvil y entrar por aquí.

 

Un escalofrío

A veces me descubro pensando en este hilo de Twitter (arriesgadísimo este enlace, lo sé, espero que cuando leáis esto siga funcionando) y siento esa mezcla perfecta entre maravilla y terror que define la existencia humana. Como referencia os adelanto que el anillo exterior tiene unos 47 m de diámetro.

 

Un tesoro

Imagínate pertenecer a una especie que puede traducir sus pensamientos a pequeñas marcas sobre un material. Y que cuando otros mueren ata a su cuello unas instrucciones escritas en oro para que los difuntos no se pierdan y sepan encontrar su camino a otro mundo.

Un totenpass es una especie de pasaporte para los muertos que se empleaba hace unos 2.500 años. Consistía en una hoja de oro con unas palabras grabadas a modo de indicaciones. Han encontrado varios y aunque los textos son distintos, todos dicen cosas parecidas a esta:

«Encontrarás a la derecha en la morada de Hades una fuente, y junto a ella se encuentra un ciprés fantasmal, donde las almas de los muertos que descienden lavan sus vidas. Ni siquiera en la oscuridad te acerques a esta fuente. Más adelante encontrarás agua fría que fluye del estanque de la Memoria y a su orilla hay guardianes. Te preguntarán con sagaz discernimiento por qué investigas las tinieblas del Hades sombrío. Te preguntarán por qué razón has venido. Diles toda la verdad, directamente. Di: 'Soy el hijo de la Tierra y el Cielo estrellado, pero el Cielo es mi nacimiento: lo conocéis por vosotros mismos. Estoy sediento y me muero: dadme enseguida el agua fría que fluye del estanque de la Memoria. Seguramente los reyes del inframundo se apiadarán de ti, y ellos mismos te darán agua de la fuente divina; entonces tú, cuando hayas bebido, recorrerás la vía sagrada que otros iniciados y bacantes avanzan gloriosos. Después de eso, gobernarás con los otros héroes».

Puede que hoy en día la ciencia moderna considere improbable la mayor parte de este relato, pero hay un hecho que la química orgánica corrobora: somos criaturas de la Tierra y el Cielo y estamos hecho del mismo material que las estrellas. No sé si tendré la ocasión de decírselo a alguien después de morirme, pero seguiré pensando en ello mientras esté viva.

 

Me despido ya. Ha sido un placer sentarme a escribir esta carta para vosotros, así que encima no me queda más remedio que daros las gracias. Nos vemos dentro de dos sábados.

 

Oh, el mundo.

 

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