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Queridas personas:

¿Me habéis echado de menos? Tenía ganas de reencontrarme con vosotros y qué mejor ocasión para hacerlo que en la víspera de Todos los Santos. No iba a dejar que pasaráis esta noche mágica de otoño sin una flecha que os invitara a salir un rato de vuestro camino.

Halloween es una fiesta que funciona muy bien en mi cabeza. Es un recuerdo maravilloso de algo que jamás he vivido. Está compuesto por una amalgama de escenas de película que recrean las calles de barrios residenciales, en un atardecer temprano de otoño, a la hora que el aire se enfría y la vegetación empieza a exhalar una ligera niebla. Los jardines decorados de las casas encienden sus luces fantasmagóricas y las aceras se llenan de niños y mayores disfrazados, pero sobre todo de una sensación de preludio: algo emocionante está a punto de ocurrir.

En la realidad, sin embargo, Halloween es una noche sin más. A veces he salido a celebrarlo y me he divertido mucho. He tenido la suerte incluso de pasarlo una vez en Estados Unidos y otra en Hong Kong (uno de los días más surrealistas de mi vida). Pero nada que ver con esa idea mágica y emocionante que es el Halloween de mi imaginación.


Cuando hace casi un año, os mandé mi primera flecha tenía ganas de acercaros a la realidad. Mi idea era romper por un momento la abstracción en la que vivíamos inmersos y haceros reflexionar sobre temas importantes. Unos meses después, la realidad nos atropelló. No creo que a estas alturas, queden muchas personas que no sean conscientes de las dificultades a las que nos enfrentamos. Y si las hay, no creo que estén suscritas a esta carta.

En esta nueva temporada de Flecha, me apetece hacer lo contrario. Quiero que por un momento os abstraigáis de la realidad, quiero llevaros de viaje por todas las ideas, sensaciones y recuerdos que os hacen sentir que el mundo merece la pena. Y quiero invitaros a compartir los míos.

Abstraerse, refugiarse en la imaginación y huir por un rato de la realidad es la única forma sostenible de enfrentarse cada día a ella.

Hoy no iré a ninguna fiesta por razones obvias. Pero pienso pasar esta noche especial en el Halloween fantástico de mi imaginario. Nadie puede quitarme eso.

 

Canciones para viajar en el tiempo

La única ventaja que tiene una fiesta de Halloween española sobre una en Estados Unidos es que en la primera hay más posibilidades de que suene esta canción. Con solo escuchar los primeros segundos de este tema, me pongo en ese modo mental del que os hablaba antes. Luego veo este vídeo y me convenzo de que, aunque apenas recuerde aquella época, la exposición a esos estímulos alteró hasta mi ADN y condicionó la persona que soy hoy en todos los aspectos (especialmente en lo de desayunar champán un sábado por la mañana).

 
Te invitamos a nuestra fiesta.
 

Lecturas para ser otras personas

Sigamos huyendo de la realidad. Saltemos a una época que ni vosotros ni yo hemos vivido. Vayámonos a Estados Unidos en los años veinte. Queremos celebrar una gran fiesta de Halloween en nuestra mansión y necesitamos ideas para decorar (que luego ya mandaremos ejecutar a otros). Tocad la campanilla, pedid que os traigan un té (¡o champán!) y echadle un vistazo a las ideas de esta revista. Primero, tenéis que decidir si vais a hacer una fiesta normal, si va a ser una fiesta de jugar al póquer o al bridge, si la vais a celebrar en el club (haced el favor de disfrazar al servicio como se indica), si sois "business girls" que tienen que encargarse de todo al llegar del trabajo o si haréis la fiesta en vuestra parroquia. No os perdáis los juegos de ligoteo en la página 20 y las ideas de disfraces en la 24.

 

Esta carta incluye un conjuro de protección mental.

 

Islas misteriosas

Confieso que casi todos los capítulos de The Third Day me han hecho llorar un poco. Es una serie fantástica en todos los sentidos. Por rara, por terrorífica, por conmovedora. Me ha tenido de principio a fin pegada a la pantalla (salvo con este experimento loco al que llegué tarde). Es una serie muy witchy, perfecta para un Halloween imaginario. Sobre todo porque la ambientación logra transportarte a esa isla siniestra de la que quieres —y al mismo tiempo no quieres— escapar.

 

Wallaland

Como en Studio Ghibli no pueden parar de ser los mejores, hace poco compartieron una colección de imágenes de uso libre. Andrés y yo hemos utilizado algunas de Ponyo en el acantilado para diseñar estos fondos. ¡Espero que los disfrutéis!

 

Palabras mágicas

Ayer me topé con una cita de Maila Nurmi, la actriz que interpretaba a Vampira. En honor del espíritu fantasioso de esta carta, vamos a creer que es una cita auténtica y no se la ha inventado alguien en Tumblr. Dice así:

I never had an invitation to a Halloween party when I was a child. I found that, as Vampira, I WAS Halloween.

¿No es exactamente lo que os trataba de explicar antes? Si a la realidad le falta magia, tendremos que ponerla nosotros. Gracias, Vampira, por darme la razón.

 

No hay quien entienda a los difuntos.

 

Carmen del pasado

Estas semanas he compartido en Instagram dos columnas que escribí hace tiempo para Vanity Fair. Una se titula Honrar al cuerpo y la otra Mujeres que se disculpan demasiado. Si os soy sincera, la repercusión que han tenido me ha dejado un poco tocada. Acabo de borrar tres veces un párrafo tratando de explicarlo, así que quizás aún no lo he procesado.

 

Me despido ya. Me ha encantado volver a escribiros y sobre todo, que volváis a leerme. No sé qué terribles desventuras nos aguardarán ahí fuera estos meses. Pero os prometo que aquí lo pasaremos bien.

 

Tanto fuego dentro.

 

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👋  Y si ya no te apetece leerme más, date de baja.

 

📸 CRÉDITOS

1. Louise Allbritton en una foto promocional de Son of Dracula, 1943

2. Origen irrastreable

3. Fotograma de Embrujada, 1964

4. Fotograma de Beetlejuice, 1988
5. Origen irrastreable