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Foto de Francesco Gattoni, Santorini, 1983

Queridos míos:

Quien avisa no es traidora; esta es la penúltima carta del verano. El tiempo pasa sin piedad y yo me iré, pero no os preocupéis (o no cantéis victoria) porque aún os quedará un mes de calor.

Llevo cinco años años mandando estas cartas y cada verano se me hace más difícil que el anterior. No por vosotros, que siempre me escribís mensajes amables y no por mí, que siempre tengo cosas que recomendar. Es el mundo quien me lo pone difícil.

Hay semanas que me siento una frívola descerebrada hablando aquí sobre placeres y curiosidades mientras el planeta está literalmente en llamas, pero luego recuerdo que uno de los nombres que barajé para estas cartas fue «Búnker» y que esa era la idea desde el principio: crear un refugio donde poder aislarnos del mundo exterior durante un rato. Por los comentarios que recibo sé que lo he conseguido, pero no creáis que me resulta fácil mantener estos muros.

Y ahora que me he desahogado, volvamos a la programación habitual. Ser frívola de vez en cuando es un compromiso que me tomo muy en serio.

💃 La canción

Esta canción va en honor de todas las ferias, fiestas de barrio y verbenas que este verano tampoco serán, pero que llevamos dentro.

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🍃 La frescura

Un poco de bosques, luz sobre el agua y brisa del mar a manos de Richard Thorn para refrescar esta semana.

🔎 El pasatiempo

Cuando Modesto García publicó en Twitter su serie de Crímenes ilustrados por Javi de Castro, me parecieron una absoluta genialidad. Y, sin embargo, no me enganché a ellos. Me agobiaba la experiencia colectiva de los comentarios. Yo los misterios prefiero disfrutarlos a solas. Por suerte, Crímenes ilustrados ha salido también en formato libro y para una rata de biblioteca como yo es perfecto. He estado horas abstraída, obsesionada y sin poder pensar en nada más que los casos de estas páginas. Resolverlos ha sido un placer que solo recuerdo haber tenido con algunas aventuras gráficas. No se me ocurre mejor pasatiempo para el verano. Ya he regalado dos.

📤 Podéis compartir esta carta, usando este enlace.

🦩 El dato

Llevaba meses esperando a que saliesen a la vista en prendas, bares y terrazas esos motivos veraniegos de flamencos rosas que causaron furor hace unos años, para contaros un dato que me arde en el cerebro. Resulta que estas aves de delicada apariencia y color, que tan grácilmente se posan sobre una pata, son capaces de beber agua a una temperatura cercana al punto de ebullición. Eso les permite sobrevivir en zonas donde la única fuente de agua son géiseres. Y con el agua de mar tampoco tienen problema, porque expulsan la sal por la nariz. La palabra «flamenco» referida al ave, viene de flamígero, por el color de sus alas, pero la próxima vez que los veáis pensad que también podría venir por ser aves capaces de sobrevivir en el infierno.

🎧 La compañía

Virginia y Estela, AKA Las amigas estupendas, han sacado la segunda entrega de su podcast. La he escuchado administrándomela a sorbitos porque me gusta esa sensación de «encerrarme» con ellas y mis auriculares y pensar que el mundo es un esperpento, pero mientras puedas reírte comentándolo con amigas se puede soportar.

🚫 La desrecomendación

Esta semana he silenciado en Twitter la expresión «flaco favor». Ya de por sí me parece un poco odiosa, pero además suele usarse para criticar el activismo de un tercero. Vamos, que implica un nivel de polémica que sé que me puedo ahorrar en el 99,9 % de los casos.

Actitud para esta semana:

Hasta aquí llega la carta de hoy. Esta semana refugiaos todo lo que os sea posible.

Con cariño,
Carmen

P.D.:

🛎 Recibo a las visitas en Instagram y Twitter.

🏃‍♂️ Y si quieres dejar de leerme, puedes darte de baja.