El sábado pasado me desperté feliz e ilusionada, como una niña en la mañana de Reyes (una niña con resaca), solo para mandaros por fin el primer número de OLA. Confieso que me sorprendí a mí misma porque despertarme y hacer cosas gratis por los demás no son precisamente mis actividades preferidas. ¿A qué respondía ese entusiasmo? ¿A la novedad?

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Fotografía de Henri Lartigue: Bibi au restaurant d’Eden Roc, Cap d’Antibes, 1920

Queridos míos: 

El sábado pasado me desperté feliz e ilusionada, como una niña en la mañana de Reyes (una niña con resaca), solo para mandaros por fin el primer número de OLA. Confieso que me sorprendí a mí misma porque despertarme y hacer cosas gratis por los demás no son precisamente mis actividades preferidas. ¿A qué respondía ese entusiasmo? ¿A la novedad? No lo sé, la experiencia me ha enseñado a no cuestionar esos breves instantes en los que la bondad me embarga.

Enseguida obtuve mi recompensa. Una lectora agradecía la carta y me mandaba una foto del chocolate y los churros con los que había combinado su lectura. Me hizo aún más feliz. Esa era exactamente mi máxima aspiración al crear OLA. Ganarme el honor de que me hicierais un hueco en vuestra mañana de sábado.

No me trago el discurso individualista que intenta convencerte de que la felicidad depende solo de ti. A veces los culpables de tu tristeza tienen nombre, apellidos y cuentas bancarias en paraísos fiscales. Pero creo que hay un momento para tomar conciencia del lugar que te ha tocado ocupar en el sistema, y otro para ignorar al resto del mundo y vivir bien, vivir lo mejor posible durante un rato, sean cuales sean tus circunstancias. Y ese momento para mí es el sábado por la mañana. Incluso si tengo que trabajar, intento hacer algo especial y simbólico que me sitúe mentalmente en un plano secreto de celebración. 

Lo importante en realidad no es la actividad en sí, ni el día o la hora que elijas, sino esos segundos previos de anticipación y el propósito. Tomar posesión completa de tu tiempo y, sin pensar en nada más que en ti, decidir a qué lo vas a dedicar. 

✈️ La historia

Ya que esta semana se ha hablado tanto de Amelia Earhart, me ha parecido oportuno presentaros a Beryl Markham, una piloto inglesa que inexplicablemente no tiene ni la décima parte de fama que la primera. Tal vez la razón sea que en lugar de desaparecer para siempre en un trágico vuelo, murió a los 83 años, con un reconocimiento tardío que volvió a extinguirse pronto.

Markham fue la primera mujer en sobrevolar el Atlántico de este a oeste, haciendo el viaje inverso al de Earhart, solo cuatro meses después que esta, bajo condiciones mucho más adversas. Vivió en Kenia la mayor parte de su vida y tuvo una intensa relación con su mentor Denys Finch Hatton, el piloto inmortalizado por Isak Dinesen en Memorias de África (sobre este fascinante triángulo de amor y amistad —o rectángulo, si incluimos al marido de Dinesen—, podéis leer más aquí). 

Quizá penséis que es relativamente normal que Markham no tenga la fama de Earhart, porque su récord en aviación es algo menor, o la de Dinesen porque, después de todo, ella no es autora de Memorias de África, pero es que resulta que Markham publicó Al oeste con la noche, uno de los libros más bellos que se han escrito. ¿Lo digo yo, "una feminista de juicio parcial que encumbraría cualquier cosa hecha por una mujer”? No, lo dijo Ernest Hemingway, un señor no famoso precisamente por reconocer el mérito de compañeras de profesión que escribían tan bien como él (O MEJOR)1.

En Al oeste con la noche, Beryl Markham no solo habla de su experiencia como piloto, sino también de su peculiar infancia cazando leones con los amigos de la tribu, su éxito como la primera entrenadora de caballos de carreras de África y, en general, de su increíble talento para sacarle el máximo provecho a la vida. Es uno de los mejores libros que he leído nunca. No vayáis a pensar que os lo estoy recomendando.

⚡️ La obsesión

El mundo del vino es complicado, pero vivo rodeada de expertos que me han enseñado una valiosa lección: No dejes que nadie te intimide, lo único importante que debes saber sobre un vino es si te gusta o no. Lo demás es literatura.
Bajo esa premisa, solo tienes que probar aquí y allá hasta encontrar tu favorito. El mío es un vino blanco con sabor a manzana verde que me genera felicidad instantánea y nunca me da resaca. Full disclaimer: Pérez Basoco es la bodega de los tíos de mi novio. Esa es la razón por la que me he bebido ya varias cajas. No la razón por la que os lo recomiendo2.

🎶 La canción

Hace poco me reencontré con esta canción de los Rolling Stones, después de muchísimos años y varias vidas. Si no conoces "Heaven", no creas que por ser de los Rolling te puedes imaginar cómo suena. Tienes que escucharla. Es la banda sonora perfecta para mirar desde la cama cómo las motas de polvo flotan en un haz de luz.

✨ La risa

Yo no soy muy de lolear cuando estoy en internet (otro día hablamos del maravilloso hallazgo lingüístico que me parecen expresiones como “lolear” o “por los loles” y lo mucho que me aburre la gente que se rasga las vestiduras con ellas), pero las últimas veces que me reí de verdad fueron:
-Comentando con mi amiga Virginia el artículo enfurruñado de Marías sobre Gloria Fuertes y leyendo luego esta magnífica reconstrucción de los hechos.
-Viendo las stories de Morbix en Instagram, porque son una mezcla de humor, estudio sociológico y videoarte.
-Despeñándome por este hilo de vinesCon el número 52 lloré.

💰 El spam

No pierda usted la oportunidad hoy de hacerse con esta bella réplica de la libreta en la que la emperatriz Catalina II de Rusia apuntaba sus más profundas reflexiones. Una joya del arte papelero en sus manos.

🕳  El juego

Tal vez me recuerden de otra newsletter donde ya recomendé este juego, pero ¿me importa repetirme y ser una pesada? Si es por vosotros, no. Hacedme caso. Device 6 es la mejor experiencia que he tenido en un iPad. Y cuando utilizo la palabra “experiencia" no es porque crea que suena bien (risas), es porque no tengo ni idea de qué otro nombre darle. Es jugar, pero es también leer, resolver acertijos, vivir una aventura y sobre todo flipar.

Y hasta aquí llegamos esta semana. ¡Feliz día de hacer lo queráis!

Con cariño,
Carmen

P.D.: Comentarios y sugerencias son bienvenidos respondiendo a esta carta o abordándome por otras vías:

P.D.2: Miles de gracias a todos los que habéis compartido OLA y la habéis hecho crecer. Y a los que no… No entiendo vuestra actitud, ¿queréis hundirme?

P.D.3: Si alguien te ha reenviado OLA o has llegado por un enlace, puedes suscribirte aquí

1. En la cita de Hemingway sobre Markham se suele omitir la parte en que la llama una "high-grade bitch". En este repugnante artículo podéis leer esa parte, además de un resumen de las difamaciones con las que se ha ensuciado su memoria. 

2. Esta recomendación es combinable con las otras y además las mejora. ¡Lo he probado!

Copyright © 2022 Carmen Pacheco, Todos los derechos reservados.

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