Ver en navegador

Queridas personas:

 

¿Os cuento algo gracioso? Elegí el tema y las imágenes para esta carta hace dos semanas, justo después de mandar la anterior. Mi naturaleza catastrofista ya intuía lo que se avecinaba, pero en realidad no tenía que ver solo con eso. Después de escribir sobre el desamor necesitaba resarcirme y dedicar esta flecha a algo maravilloso que suele descubrirse o recuperarse tras una ruptura. Algo además en lo que soy una de las mayores expertas del mundo: estar sola, a salvo y feliz en mi casa.

He redactado esta carta ya unas cuantas veces. ¿Qué tono es el adecuado para escribiros en una situación así? ¿Es frívolo hablar de entretenimiento o bienestar personal? ¿Debería contagiaros el modo full survivalist que ya está adoptando mi cerebro?

Nos esperan unas semanas durísimas y unas repercusiones tan graves que nadie se atreve a cuantificar. Pero quizá a día de hoy lo único que podemos hacer es concentrarnos en el presente, mientras de manera progresiva vamos asumiendo la nueva realidad.

Ya sabéis que nos toca aislarnos y actuar en grupo por el bien común, pero conviene también proteger nuestro espacio mental. Vivir una cuarentena en continua comunicación con otros tiene muchas ventajas y es emocionante en cierta forma. Pero resulta al mismo tiempo adictivo y agotador, una enfermedad en sí misma. Me gustaría que esta carta os animara a equilibrar vuestro tiempo. Que en estos días de reclusión forzosa además de conectar con los demás, conectarais con vosotros mismos. 

No leáis y escuchéis constantemente lo que piensan otros y no corráis a compartir lo que pensáis sin haber reflexionado sobre ello más de un segundo. 

Os lo digo a vosotros y por supuesto me lo estoy recordando a mí misma, porque cuando no lo cumplo acabo contagiada y saturada de emociones contradictorias. Una ansiedad que me bloquea, que no comprendo y que ni siquiera viene de mí misma. Mientras estemos sanos y si no estamos ayudando a otros en un hospital, lo único que debemos hacer es quedarnos en casa y cuidar de las personas que tenemos cerca. No hay mayor urgencia que esa.

Canciones para un apocalipsis

Siempre he pensado que en alguna carta tenía que poner esta, una de mis canciones preferidas, pero os juro que nunca imaginé que lo haría a propósito de una pandemia mundial.

Hoy y siempre.

Artilugios digitales

Como ya tenemos una conversación común en la que participar, igual es interesante no ver las series que todo el mundo está viendo, sino tirar de clásicos olvidados. Las bibliotecas de algunas comunidades, aparte de permitir el préstamo online (del que como ya sabéis soy más que fan, devota) tienen ahora eFilm un catálogo audiovisual para streaming que incluye parte del de Filmin. Cada vez que pienso que esto es público y gratuito, me emociono de verdad.

Qué hay mejor que tu propio baño.

Universos a los que mudarme

Las suscripciones online en general van a darnos la vida estos días, pero una de la que no se suele hablar mucho es Marvel Unlimited (DC tiene también el suyo, pero solo funciona en Estados Unidos). Si no lo hacéis ya, leer cómics clásicos es un cambio de tercio interesante. Recuerdo un verano que pasé devorando decenas de números de Spiderman. Y al menos tienen algo que consuela: en la realidad de Marvel, la amenaza siempre es peor.

Juegos para teletransportarse

A la hora confinarse uno puede hacerlo en modo monástico o en modo hikikomori, que consiste básicamente en cerrarle la puerta a este mundo y abrirla a otra realidad. Para quien no tenga mucha experiencia en juegos y quiera algo accesible pero absorbente, recomiendo toda la saga de The Room. Si vamos a estar encerrados, mejor que sea en una habitación llena de artilugios misteriosos, mecanismos secretos y notas crípticas de un científico loco.

Un impacto profundo

Os quejáis siempre de que no recomiendo suficientes lecturas, así que en tiempos de máxima necesidad, aquí van dos sagas y un bonus.

🧚‍♀️ Para los que buscan la evasión total: The Magicians. Envidio a los que no la hayáis leído aún. Envidio a mi yo del pasado, cuando empezó a leerlos. Desde entonces, ninguna otra saga ha conseguido gustarme tanto.

🌧 Para los que odian la fantasía (de verdad, ¿qué os pasa?): La amiga estupenda de Elena Ferrante. No os descubro nada pero si se os ha resistido hasta ahora, es el momento de abordarla. Dejo que la Carmen del pasado os convenza por mí.

🌚 Para los que estáis un poco mal de la cabeza —así hay que quereros— y os apetece leer sobre pandemias: hay muchísimos libros y películas con esta temática apocalíptica, ¿pero que traten DOS pandemias a la vez? Que yo sepa sólo este. Superad eso.

Queda con tus amigos imaginarios.

Lecturas que te cambian

Está bien evadirnos, pero lógicamente tenemos que hacer frente a lo que se nos viene. Esta entrevista da algunas claves sobre cómo China está superando la epidemia y creo que transmite un espíritu que debe expandirse antes que el virus: disciplina y solidaridad.

Cosas de nuestro club

 Os voy a dejar por aquí el archivo de Flecha y también el de OLA para que podáis leer y encontrar más recomendaciones en mis cartas anteriores.

Nunca me ha dado tanto vértigo despedirme, ni dos semanas me han parecido un periodo tan largo. Quedaos en casa. Cuidad de vosotros mismos y cuidad de los demás

Este finde.

🏹 Si crees que a alguien más podría gustarle esta carta, compártela.

🖐 Si has llegado aquí por casualidad y te apetece quedarte, suscríbete.

 

👀 Si no quieres perderte ningún extra, puedes seguirme en Instagram y Twitter.

 

🏃‍♂️Y si crees que es el momento de despedirnos, date de baja.

📸 CRÉDITOS

1. Ilustración de John Gannam

2. Comically Vintage

3. Fotograma de El ojo del huracán, 1971

4. Origen irrastreable

5. Fotograma de At Long Last Love, 1976