Queridas personas: Ha querido la suerte y el calendario gregoriano que 2022 lo empecéis con una carta mía en vuestro buzón. Cuando vi que este sábado era 1 de enero me puse un poco nerviosa. Me pareció una enorme responsabilidad.

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Queridas personas:

Ha querido la suerte y el calendario gregoriano que 2022 lo empecéis con una carta mía en vuestro buzón. Cuando vi que este sábado era 1 de enero me puse un poco nerviosa. Me pareció una enorme responsabilidad. En primer lugar, como deferencia a los que estáis de resaca o no habéis dormido mucho, esta será una carta fácil. No habrá frases demasiado largas ni entraremos en temas complicados. Y a los que empezáis el año rebosantes de energía y buenos propósitos, creo que también os va a gustar.

He decidido probar hoy un formato diferente y compartir con vosotros una lista de diez hábitos, objetos y recursos que han hecho mi vida mejor durante 2021, aunque sea a una escala pequeñita y de andar por casa. Exactamente el tipo de menudencias del día a día que a mí me interesa saber de la vida de los demás.

No sé si os resultarán útiles, pero os aseguro que no son cosas que acabo de descubrir y con las que me he flipado un total de dos minutos. Todas han pasado la prueba del tiempo y han superado mi tendencia crónica al aburrimiento, lo cual las convierte prácticamente en milagros.

๐ŸŽง Pero primero pongamos una canción, porque cuando mando una carta sin canción recibo muchas quejas y esa sería una terrible forma de empezar el año para mí.

Ahora que tenéis banda sonora para la carta, un disclaimer: cuando pongo enlaces a Amazon siempre son de mi programa de afiliados (es casi un deber moral evitar que Amazon se lleve el 100 % del dinero que pretendéis entregarle), pero tanto esos enlaces como el resto los incluyo por vuestra comodidad. Las recomendaciones de Flecha son siempre genuinas y desinteresadas y cuando he descubierto algo porque me lo han regalado, obviamente os lo digo. Aclarado esto, aquí van mis recomendaciones en el orden que las disfruto cada día:

  • ๐Ÿ’ช Si me dices que haga una tabla de ejercicios porque es bueno para mi salud, me voy a reír. Pero si me dices que con ese esfuerzo derrotaré a un monstruo y salvaré a una aldea que en realidad no existe, cuenta conmigo. ¿Qué le voy a hacer? El cerebro me funciona así. Este juego para la Nintendo Switch ha cambiado por completo mi relación con el ejercicio físico. Lo compré porque este artículo de Hematocrítico me convenció y, un año y tres meses después, sigo estando de acuerdo con lo que dice.
  • ๐Ÿงผ Todos los días uso los jabones o los champús sólidos de The Singular Olivia y todos los días me pregunto por qué no los empecé a usar antes. Ahora no puedo concebir la ducha diaria sin que un olor o una textura me alegre la jornada a primera hora, que es cuando un incremento de felicidad más te renta. Los llevo conmigo en una cajita allí donde voy. Si puedo evitarlo, ningún gel de droguería volverá a tocarme.
  • ๐Ÿ—ฃ Hace tiempo que renuncié a cualquier ilusión de privacidad en el s. XXI, así que me me permito usar a menudo los asistentes de voz (tengo tres distintos y por supuesto confundo sus nombres). A mi novio le regalaron un Google Nest Mini y, como ya teníamos un Echo Dot en el salón, se le ocurrió ponerlo en el baño. La idea me parecía bastante peregrina, pero resultó un triunfo. Es mucho más cómodo que usar el móvil y unos altavoces. Mientras tengo las manos mojadas puedo pedirle a Google que me ponga la radio o un resumen de las noticias, que cuente los minutos que tengo que esperar antes de aclararme una mascarilla o, lo mejor, que apunte esas famosas ideas que solo se tienen en la ducha.
  • ๐ŸŽป Al comienzo de la pandemia empecé a escuchar por las mañanas Radio Nacional Clásica, porque me transportaba a una dimensión paralela donde nadie discutía ni gritaba. Esta radio ha hecho tanto bien por sus oyentes que podría considerarse un servicio público de salud mental
  • ๐Ÿ–ฅ ¿Qué habría sido de mi vida si en esta casa no hubiéramos comprado una silla buena de oficina? No lo quiero saber. No es la silla más bonita, pero está ubicada en un lugar estratégico donde pasa desapercibida y es comodísima. La compramos reacondicionada (en negro) aquí porque sale mucho más barata y llegó como nueva. 
  • ๐Ÿฅ– No me quiero poner en plan gastrocuñada porque ya hay demasiada gente en internet para eso, pero hoy en día comer pan de molde o barras de pan del supermercado, si tienes una alternativa a tu alcance, puede considerarse una autolesión. Cero problema si eres consciente de ello y te encanta. Cada uno se maltrata como quiere. Pero yo lo he hecho durante años y ahora no me lo perdono. 
  • โš—๏ธPodría recomendar que compréis aceite bueno, pero no lo haré porque con el consejito gourmet del pan ya me he caído bastante mal a mí misma. Lo que sí os voy a recomendar es esta aceitera (o cualquiera similar), cuyo diseño evita que el aceite gotee y manche el exterior. Cada vez que la uso doy gracias a la física, la geometría y el diseño industrial.
  • ๐Ÿ“š Este año he leído una media de un libro a la semana. Eso para mí supone un gran incremento respecto a años anteriores. Y, perdonad la simpleza de la metáfora, pero es que de verdad me noto la cabeza más llena. Siento que entiendo un poquito más el mundo y estos conocimientos me dan paz y me hacen feliz. En este hilo compartí ayer algunos consejos que me han ayudado a reforzar este hábito.
  • ๐Ÿซ Esto ya lo he dicho antes, pero a esta carta ha llegado mucha gente nueva que puede que no lo sepa: las bibliotecas públicas tienen una versión digital con la que puedes tomar prestados y descargar libros para leer en una tablet. ¿Funcionan también con Kindle? Las de España no, pero algunas de otros países sí. Si lees en inglés o en otro idioma y tienes amigos que vivan fuera, podéis compartir credenciales. Las bibliotecas tienen un límite generoso de préstamos permitidos, por lo que no estaréis causando un perjuicio. De hecho, creo que hay que usar las bibliotecas físicas y digitales todo lo que se pueda. Por supuesto, esto no es incompatible con comprar y regalar muchos libros para que los escritores no nos muramos de hambre.
  • โœ๏ธ Ya os lo comenté en mi primera carta de esta temporada: una de las cosas que me ha ayudado este año a pensar mejor ha sido escribir un diario. Lo escribo en digital porque no soy muy amiga de los cuadernos, pero no creo que el formato importe mucho. A veces paso todo un día lejos del ordenador o sin tener tiempo de rellenarlo y lo escribo luego, a la vieja usanza: «hice esto, fuimos a tal sitio, estuvo bien». Pero normalmente me gusta empezar el día con la página delante e ir apuntando lo que hago en el momento. Me sirve para organizarme, para aclarar mi cabeza, recordar tareas que tengo pendientes, reflexiones que se me ocurren... Explicar detalladamente mi método sería muy largo para esta carta, pero os digo que la técnica se llama «Interstitial Journaling» y si os interesa, podéis tirar del hilo.

๐Ÿ™‹‍โ™€๏ธ Ahora es cuando yo os pido a vosotros que me hagaís recomendaciones a mí. No sé si las publicaré todas a la vez o compartiré una en cada carta. Depende del material que me deis. En mi próxima Flecha volveré al formato habitual, pero decidme si os gustaría que hiciera esto de vez en cuando.

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Me despido por hoy, queridas personas. Os deseo un año mejor. 

 

Actitud vital Carrington para 2022.

 

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