Sirva este texto de recordatorio de que se puede no opinar. No movidos por beatífica contención y mucho menos por no incomodar a quien tiene valores distintos. Se puede no opinar simplemente porque no se sabe, porque no se entiende.

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Ilustración de Cupid’s Almanac and Guide to Hearticulture de Oliver Herford and John Cecil Clay.

Queridas personas:

Sirva este texto de recordatorio de que se puede no opinar. No movidos por beatífica contención y mucho menos por no incomodar a quien tiene valores distintos. Se puede no opinar simplemente porque no se sabe, porque no se entiende. Os lo escribo aquí por si os hace falta leerlo: es aceptable y normal no dominar la complejidad de ciertos temas siempre que seamos conscientes de ello.


Pero también y más importante, se puede no opinar por pura lealtad a una causa o ideología. Parece que no expresar dudas o críticas te convierte en un fanático, cuando en la mayoría de los casos lo que motiva ese silencio es la prudencia. No es lo mismo expresar una opinión crítica en confianza en un contexto constructivo donde las otras personas conocen bien nuestros valores que hacerlo en un medio público donde se pervertirá nuestro mensaje y se usará como munición para resquebrajar la propia causa en la que creemos. Ah, pero, ¿no es importante la libertad de expresión? Sí, es un derecho fundamental. Y uno debe ser libre de ejercerlo cuando le da la gana y reservárselo también cuando le parece oportuno. La esfera pública, que no son solo los medios sino las redes sociales a las que todos tenemos acceso, se rige por la economía de la atención y a no ser que vivamos de escribir columnas polémicas no tenemos la necesidad de formar parte de esa maquinaria. Hay temas que merecen visibilizarse y hay debates que solo generan ruido. A veces es difícil distinguir entre ambos casos y saber cuándo deberíamos habernos callado y cuándo habría servido que hubiéramos alzado la voz. Pero esa duda, el momento en el que nos paramos a valorarlo, es fundamental para cambiar el tono de la discusión.

Lo he dicho otras veces y no me cansaré de repetirlo: la mayoría de la gente que te hace creer que ejercer el pensamiento crítico es lo mismo que expresarlo públicamente a todas horas es gente que literalmente gana dinero con ello.

 

🎧 Siempre que me emociono escuchando este temazo me pregunto por qué fui tan idiota de no recomendarlo aquí en la última Semana Santa. Tres años después, por fin dejo de martirizarme y comparto con vosotros ese espíritu tan andaluz de empezar una noche de primavera conteniendo las lágrimas en una procesión y terminar bailando en un after. Todo es pasión.

 

El club

Dentro del canal de Telegram de esta newsletter formamos un club de lectura que está creciendo semana a semana. Ha ido surgiendo todo de forma orgánica y yo simplemente he seguido las propuestas de las que habéis entrado a comentar (digo «las» porque la representación masculina es muy escasa y es un club genial, vosotros veréis...). Acordamos fijar una lista de lecturas y fechas para este año

Así los que queráis uniros a las conversaciones y no tengáis mucho tiempo para leer podéis organizaros desde ya. La lista la tenéis aquí y tanto si os unís al club como si no, espero que disfrutéis de las recomendaciones. También os sugiero que os paséis por el post #60 y echéis un vistazo a los comentarios porque el nivel de lecturas que recomiendan las participantes sobrepasa las humildes aspiraciones de esta carta.

 

Un paseo

En primavera está bien salir a pasear con música, está bien salir a pasear con un podcast, pero está aún mejor salir a pasear con poesía. Este proyecto de Javier Arce es como un mapa del tesoro y un tesoro en sí mismo.

 

Una idea

Hay una app que tiene poco más de un año y se hizo famosa en TikTok. Yo no la he usado y no sé si tiene detrás al mismísimo demonio, como casi todo lo que triunfa estos días, pero el concepto me gusta tanto que os lo tengo que contar. Consiste en un widget que te pones en la pantalla de inicio del móvil y te muestra las fotos que mandan tus amigos o familiares. Puedes añadir a un máximo de diez y no tiene feed social, así que se supone que es solo para tu círculo cercano. Y lo que más me gusta es que se llama Locket (iOS/Android), como esos colgantes que guardaban un retrato de la persona querida. No me digáis que la idea no es bonita.

 

Un lapsus

En mi última carta os recomendé tres hilos de Twitter y se me olvidó incluir este. Imperdonable.

 

Unas palabras

Llevo todo el año atesorando estas bellísimas citas para soltároslas en primavera. Por fin ha llegado el momento.

«Spring is a happiness so beautiful, so unique, so unexpected, that i don’t know what to do with my heart».

Emily Dickinson

«I was amazed to be able to see the sun on the sea, to feel the spring, to renew my love affair with the world».

Anaïs Nin

«Cuando la primavera empieza a anunciarse, dulce, cálidamente, el corazón de los hombres y de las mujeres siente su peso, y una angustia muy suave hace que hieran el espíritu las cosas buenas, las bellas y esplendentes cosas que la luz y la tierra verde, y los anhelantes árboles de la ciudad, y los brillantes ojos de los seres humanos empiezan a prometernos nuevamente, como otras primaveras que fueron, como las que serán escalonadas en la ronda infinita de los siglos».

Carmen Laforet

 

Aquí me despido. Espero que estos días estéis sintiendo mucho y muy fuerte, lo expreséis o no.

 

Yo a partir de abril.

 

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