Este verano ha sido estupendo y creo que ya podríamos darlo por clausurado.

Ver en navegador

Foto de Teal

Queridos míos:

 

Este verano ha sido estupendo y creo que ya podríamos darlo por clausurado. La mejor sensación de verano es la de esos primeros días soleados de junio, bajo el vuelo alborotado de los vencejos, cuando a las doce del medio día hay una luz que parece de media tarde, porque el sol lleva puesto desde las seis. Los árboles de las calles lucen un verde esplendoroso que no ha sido tocado aún por el despiadado sol de julio, tus ritmos circadianos te infunden una sensación de energía que en realidad no tienes y lo más importante: aún no hace calor. Es como el verano de una maqueta, un render falso pero perfecto, de colores brillantes y con todas sus promesas aún por cumplir. Es un verano que aún no te ha decepcionado en nada, que no te ha castigado el cuerpo, ni siquiera te ha hecho sudar. 


Vosotros me diréis que en absoluto vais a dar por clausurado el verano porque aún tenéis esos días dorados en el horizonte, esa franja marcada en el calendario que os hace soñar con el rumor de las olas, el pelo mojado goteando sobre la camiseta, el balanceo de una hamaca, esa siesta sagrada e infinita, el lujo de aburrirse, un helado en la mesa de una terraza, olor a cloro y crema solar, la alegría sencilla de una verbena, el canto infalible de los grillos, la luna llena sobre un bosque de pinos o el agua fresca de los ríos. 


Y hacéis bien en seguir soñando. Con la experiencia que me da haberos mandado estas cartas durante ocho estaciones estivales, os puedo asegurar una cosa: el verano no va a ser tan perfecto como imagináis, pero lo vais a recordar mucho mejor de lo que será. Y está bien que ocurra así, porque el verano de verdad, el que puede traducirse en distancia orbital terrestre, precipitaciones y temperatura media solo nos trae disgustos. El verano que queremos es el que vive en la imaginación, en la memoria, en las ganas. Y ese verano es vuestro. Nada ni nada os lo puede arrebatar.

 

😌 La canción

 

Empiezo la temporada con un tema para conjurar un verano completamente imaginario que ni vosotros ni yo vamos a vivir, pero al que podemos escapar cerrando los ojos.

 

β₯ Spotify / β₯ YouTube

 

πŸ‘‰ ¿Has llegado aquí por un enlace que ha compartido una buena persona?

Suscríbete
 

🌍 La lectura

 

Si estáis leyendo esta carta a la hora que la he mandado y vivís en Madrid, todavía tenéis tiempo de acercaros a la librería Mary Read a las 12:30 y verme en persona presentando Planeta solitario, el precioso nuevo libro de Ana Flecha Marco. Si no, podéis lamentaros una vez más de lo efímero que es todo y cómo el tiempo se nos escapa entre las manos. O mejor, no os pongáis tristes y leed el libro. A mí me hizo feliz una tarde de domingo y eso es muchísimo decir.

 

πŸ‹ El helado

 

Dato importante para inaugurar la temporada: ¿qué nuevo helado adquirible en cualquier kiosco nos ofrece este año la experiencia más sublime? Yo tengo dos favoritos. El primero es el Magnum Euphoria. El nombre me pareció un poco demasiado hasta que descubrí que lleva petazetas. Me quito el sombrero, la verdad. Entre eso y la combinación de limón y fresa, poco más tengo que decir, salvo que desgraciadamente Unilever no me ha pagado para daros esta opinión. Sobre mi segundo favorito os contaré más en la siguiente carta. De momento, quiero que volvamos a hablar de helados en nuestra comunidad de Telegram. Allí os espero.

 

🧼 El olor

 

Como habréis podido deducir por el título y el texto de esta carta, este verano me lo voy a tener que inventar. El año pasado por estas fechas estaba muy molesta porque el trabajo se complicó, apenas tuve tiempo libre y no pude disfrutar del verano que había planeado. Este año, sin embargo, no he tenido siquiera la oportunidad de albergar esperanzas, así que el sufrimiento es menor. He asumido desde el principio que tendré que aprovechar las migajas de felicidad estival que la casualidad me arroje y vivir el verano en mi imaginación, dándome pequeños caprichos aquí y allá. Uno que me hace un poco más feliz cada mañana es este jabón de ducha con olor a higo y menta. No es un aroma tan sofisticado como suena, tiene un punto algo más infantil, pero me encanta. Es además perfecto para estos meses.

 

🌊 La comunidad de OLA: Esta newsletter tiene una fantástica comunidad en Telegram. Para uniros solo tenéis que usar este enlace desde un móvil.

 

πŸ₯ΌLa obsesión

 

El otro día la Ordenatriz contó en sus stories de Instagram que le habían preparado una fiesta de cumpleaños donde todo el mundo iba vestido de blanco. Este dato me voló la cabeza y no acabo de superarlo. En primer lugar, imagínate la presión previa de los invitados. No vas a ir a la fiesta de la Ordenatriz con una prenda blanca amarillenta: ella lo va a notar en cuanto te vea. Y en segundo lugar, me obsesiona el hecho de que, una vez en la fiesta, ya no importase si te manchabas. La propia anfitriona podía decirte cómo dejar la prenda impoluta. Desde los anuncios de Ariel de los noventa nada me había dado tanta tranquilidad.

 

🚫 La desrecomendación

 

Mantengo otro año más esta sección y la inauguro con una cosa que me da muchísima rabia. No os pongáis a ver en el móvil vídeos con sonido cuando estéis en lugares públicos. ¿Por qué? Pues porque es muy probable que la señora que tenéis al lado os quiera asesinar. Y pobre señora, ¿no? Sería muy triste que fuera a la cárcel. Pensad en las señoras, usad auriculares.

 

Ensoñación para esta semana:

 

Me despido por hoy. Espero que hasta el sábado que viene viváis vuestro verano, pero sobre todo lo soñéis.

P.D.:

πŸ™Œ Si te invade la bondad y quieres compartir esta carta, usa este enlace.

πŸ’Œ Si has llegado aquí por un enlace y te ha gustado, suscríbete.

 

πŸ‘‹ Si no quieres recibir más cartas, date de baja.

 

Copyright © 2024 Carmen Pacheco, Todos los derechos reservados.