El verano es una máquina del tiempo. Supongo que son las sensaciones del cuerpo, que el calor hace tan presente, las que paradójicamente no solo nos sirven para ser conscientes del momento sino que nos transportan a otros veranos de nuestra vida.

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Autocromo de Léon Gimpel.

Queridos míos:

 

El verano es una máquina del tiempo. Supongo que son las sensaciones del cuerpo, que el calor hace tan presente, las que paradójicamente no solo nos sirven para ser conscientes del momento sino que nos transportan a otros veranos de nuestra vida. Como un hilo invisible que une todos esos instantes en los sudabas y olías a crema solar, con los pies llenos de arena. O el chapoteo de unos niños en la piscina fundiéndose con los ecos de otros niños con los que tú mismo jugabas.

 

Resulta que sentarte a escribir una newsletter de verano también sirve para viajar en el tiempo y llevo tantos años haciéndolo, que empiezo a sentir nostalgia de mis propias cartas. Recuerdo por ejemplo, la que os escribí desde el porche de una casa en la que mi hermana ya no vive, rodeada de jazmineros. Y esta otra desde el porche de su casa actual, cuando la piscina aún no estaba vallada porque mi sobrino ni siquiera existía. También recuerdo haber escrito cartas en habitaciones de hotel y hasta en salas de embarque, maldiciéndome a mí misma por complicarme el verano con un deber autoimpuesto que hago solo por amor al arte. Pero a día de hoy, os puedo asegurar que me alegro y estoy orgullosa de no haber faltado nunca a la cita.

 

No me gusta mucho la nostalgia. Es terriblemente engañosa y nos vuelve conformistas. Pero me dejo intoxicar por ella a veces, sobre todo en verano, como si fuera un licor peligroso. Este año, por mis circunstancias de trabajo, tenía pocas expectativas de disfrutar estos meses y sin embargo, he seguido mi propio consejo y he encontrado el verano a ratos. Será por eso que lo he saboreado como nunca. He tenido incluso la certeza de que sentiré nostalgia de estos momentos, de este verano del que no esperaba nada y que ha resultado especial. Os cuento todo esto porque vosotros formáis parte de él y de mi futura nostalgia. Mientras me despido en esta carta, ya os estoy echando de menos.

 

πŸ₯² La canción

 

Perdón por despedirme con una de esas canciones matadoras que te echan cinco décadas encima, pero es lo que toca hoy.

 

πŸ“½οΈ El recuerdo

 

No será la cosa más útil o espectacular que están haciendo las inteligencias artificiales en este momento, pero el remasterizado de vídeos antiguos me sigue dejando sin palabras. Miro a esas personas de hace cien años que parecen grabados ayer y solo puedo decir: «brujería». Ver estas escenas en la playa de Biarritz, por ejemplo, hace pensar que estuviéramos compartiendo verano con esa gente (bueno, me da que en el suyo hace como 10 grados menos).

 

🎧 La esperanza

 

Este verano, como a muchos, me tocó por fin pasar el covid y tuve un día muy malo. Estaba en la cama por la noche, con fiebre y dolor muscular, soportando el estruendo de una fiesta ajena y contemplando con cierta esperanza la posibilidad de morirme. En mi desesperación, probé si el que es ahora mi podcast favorito podía devolverme las ganas de vivir y me sorprendió comprobar que funcionaba. Es en inglés, es un poco denso a veces, pero tiene transcripción y es precioso. No me podía despedir tranquila si no os lo recomendaba.

 

🍸 Cosas del club: esta semana en el canal de Telegram hemos hablado de métodos para dormir (post #24) y refrescos sin alcohol (post #25). Cuando lo propuse pensé que no eran temas que dieran mucho de sí, pero unas trescientas recomendaciones desmienten mi teoría. Sois una especie de Wikipedia del buen vivir. Os amo. Esta semana, hablaremos de podcasts, IAs y, a petición popular, cervezas. Los que aún no os hayáis sumado a la fiesta, no llegáis tarde. Solo tenéis que entrar al enlace de Telegram y darle al botón «unirme».

 

πŸ¦— La verdad

 

A Carmen Laforet no le gustaba la fábula de la hormiga y la cigarra. Le indignaba esa moraleja que además es muy distinta de la realidad biológica de estos insectos, pero mejor dejo que os lo cuente ella:

«A la cigarra —como dice el cantor provenzal amigo de Fabre— no le importa el invierno. Con el último sol del verano la cigarra muere. Bajo tierra esperan sus larvas el momento de resucitar la alegría del verano, y el cadáver de la cigarra es arrastrado muchas veces al hormiguero, despedazado y roído por la industriosa hormiga, como la obra de algunos hombres es despedazada y disecada después de su muerte para aprovechar las migajas de su genio, mientras al mismo tiempo se les critica por haberse dejado robar su vida».

«La fábula y la verdad», diario YA, 1964 

 

🏹 La promesa

 

 

¿Volverán mis cartas? Espero que sí. Quizá algunos sois nuevos por aquí y no sabéis que esta newsletter cambia de nombre y se convierte en Flecha durante el invierno, pero antes de renacer, nos damos unos meses de tregua. Necesito descansar de escribiros y dejaros tiempo para que me echéis de menos. Si queréis estar al tanto de lo que hago durante estos meses podéis seguirme en Instagram (he hecho propósito de volver) o Twitter donde solo tuiteo y retuiteo bondades (por llevar la contraria). También podéis uniros a nuestro Club de Telegram, la pequeña utopía. ¿Qué pasará con él mientras no mando cartas? Veréis, como llevo en internet desde que nació y lo he visto crecer, estoy convencida de que todas las comunidades digitales tienen su ciclo de vida. Nacen, florecen, degeneran y mueren. O en el peor de los casos, no mueren y se convierten en portales en conexión directa con el infierno. A mí me gusta tanto nuestro canal de Telegram que me he propuesto alargar su vida todo lo posible, ralentizando su ritmo. Es decir, quiero que tenga la existencia pausada de una tortuga centenaria, lo cual también es ir a contracorriente, ya que los ritmos de cualquier cosa que ocurre en Internet son cada vez más frenéticos. Así que podéis seguir charlando tranquilamente en los hilos que están abiertos y quizá me pase a comentaros algo de vez en cuando, pero todo con calma. Cuando vuelva Flecha, se reanudará la actividad del club.

 

  Actitud para esta semana:

 

Me despido hasta nuevo aviso. Espero que tengáis un final de verano nostálgico pero feliz.

Con cariño,
Carmen

P.D.:

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