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Ilustración de Andre Edouard Marty, 1918

Queridos míos:

Decidme si a veces no os pasa lo mismo que a mí. La vida no os trata mal, pero la vida no para ni un minuto de arrastraros de lugar a otro, en sentido literal y figurado. Y aunque cumplís con la agenda, os da la sensación de que llegáis siempre tarde, de que no hay margen para preparar las cosas bien o simplemente poder disfrutarlas como se merecen. Os gustaría convencer a la vida de que se calmase un poco, pero resulta que sois vosotros mismos los que habéis dicho que sí a todos esos planes, habéis aceptado obligaciones y le habéis dado permiso a la vida para acelerarse de esa forma. Reconocéis los hechos. No hay más culpables en este asunto. Pero el caso es que no os da «la sensación» de que hayáis sido vosotros. Existe un extraño sentimiento de desconexión en algún punto que no sois capaces de señalar.

Tengo a veces la impresión de que la vida pasa como en una película y yo me veo participando en ella activamente, haciendo lo que se supone que quiero hacer, interactuando con las personas a mi alrededor. Y, sin embargo, mi yo interior, esa vocecita que tengo dentro, no está ahí al cien por cien, llega con un poco de retraso. Como si hubiera un pequeñísimo desfase entre lo que ocurre y lo que logro asimilar. No puedo sentir que estoy «presente en el momento» porque cuando ocurre, la que soy yo de verdad aún no ha llegado a él. Nadie lo nota. Es un desajuste mínimo, imperceptible, pero me rompe el corazón todas las veces. Porque la vida es generosa y me regala momentos felices, rodeada de gente a la que quiero y estos momentos se acaban cuando yo aún no los he podido experimentar del todo. Y no estoy ni remotamente preparada para dejarlos marchar.

🫠 La canción

¿Una canción de angustia existencial extrema con ritmo veraniego facilón? Sí, existe. Y me vais a perdonar, pero me ha hecho tanta gracia tropezarme con ella justo después de escribir el texto anterior, que no podía no ponerla en esta carta.

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🍊 Un aroma

Llevaba unos meses enamorada de la sencillez del perfume Bloom de Gucci, pero ahora me parece que no puedo seguir usándolo. El olor a flores blancas es de primavera (salvo que se trate del aroma a jazmín puro de las noches de verano) y el calor me pide algo más cítrico, como el Lime Basil & Mandarin de Jo Malone, que lamentablemente se me ha acabado. Menciono aquí estas dos recomendaciones olfativas solo como excusa para abrir una conversación sobre perfumes en nuestra comunidad de Telegram, porque ya hay gente semiamotinada que ha comenzado la tertulia por su cuenta.

🥭 El otro helado

Mi segundo helado preferido este verano (en la liga de helados de kiosco) es la copia de mi helado preferido de hace dos años. De primeras, no creí que el Magnum Double Sunlover pudiera superar al Nuii de «mango de la India y chocolate blanco», pero sí, es ligeramente superior. ¿Cómo puedo asegurarlo? Pues porque llevé a cabo una cata comparativa con un helado en cada mano. Las cosas que hago por vosotros.

✍️ El hábito

Es paradójico que os vaya a recomendar aquí escribir un diario justo cuando yo, por primera vez en cuatro años, estoy descuidando el mío, pero es que precisamente por eso soy consciente de lo importante que es. Escribir el texto con el que empieza esta carta ha conseguido que vuleva a sentirme «presente», al menos por un rato. No hace falta en realidad rellenar todos los días, apuntar todo lo que haces ni por supuesto «escribir bien». Solo hay que abrir un cuaderno o una app y darle espacio a esa voz de dentro. Veréis cómo luego os sentís mejor.

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🧊 El útil

Sé que existen los cubitos de metal para enfriar las bebidas, pero hay algo de esta idea que me produce rechazo. En verano prefiero este tipo de cubiteras de hielos gigantes, que duran mucho más sin deshacerse y hacen un ruido más decidido, más agresivo incluso, al caer en el vaso. Que se entere todo el mundo de que, con alcohol o sin alcohol, te vas a poner un copazo.

🚫 La desrecomendación

Escribir un diario, usar la app 1SE o apuntarse a un reto de lectura en Goodreads son cosas que he recomendado aquí y me siguen pareciendo lo mejor del mundo. Pero cuando una tiene los niveles de estrés o ansiedad por las nubes, ese tipo de hábitos que en teoría sirven para mejorar la vida pueden convertirse en una condena. ¿Dónde está el punto intermedio entre darse un respiro o abandonarse? Es difícil decirlo, pero nada es aconsejable si solo sirve para aumentar vuestra ansiedad. El objetivo de una app como 1SE (la vuelvo a mencionar porque sé que es una de mis recomendaciones más controvertidas) es tener a final de año un vídeo que te haga sonreír, no hacerte sentir fatal porque se te ha olvidado grabar un día. Desrecomiendo totalmente la esclavitud autoimpuesta. Aplicad este consejo cuando más falta os haga.

Mood de la semana:

Me despido ya. Espero que hasta la semana que viene, viváis vuestro verano al 100 %. Yo me conformo con el 95 %.

P.D.:

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