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Queridas personas:

Hace un año ya había escrito en estas cartas sobre la llegada de primavera y las ganas que tenía de disfrutarla. Lo que sucedió a continuación ya no sorprenderá a nadie, pero en su momento me hizo sentir ridícula.

Fue la versión aumentada de algo que experimento a menudo. Cuando ocurre una desgracia me culpo por no haberla previsto, por haber sido tan ingenua o tan estúpida como para no haberme dado cuenta antes. Es irracional, porque nadie puede predecir el futuro y mucho menos una pandemia, pero no por ello deja de ser frustrante. Aceptar que no somos tan inteligentes y no lo tenemos todo controlado es difícil para algunas personas.

Para evitar este tipo de desengaños, tiendo sin ser consciente hacia el pesimismo. El otro día fui a pasear y vi que me había perdido la floración más temprana de los cerezos y algunos ya tenían incluso hojas. Por primera vez desde que recuerdo, había ignorado esos días raros de febrero en los que la primavera ya asoma y no había salido a observarla. Me di cuenta de que no era casual. La parte más controladora de mi cerebro me había negado el placer de la anticipación: llegará la primavera, pero es poco probable que podamos disfrutarla, así que no te hagas ilusiones.

Esto me puso más triste que haberme perdido las primeras flores. Si algo deberíamos aprender de esta pandemia no es a tener miedo del futuro ni a reducir nuestras expectativas. Todo lo contrario. Aspiremos a conservar la ilusión, cierta ingenuidad incluso y la capacidad intacta de emocionarnos con las cosas. Esa será la verdadera victoria.

Canciones para un reencuentro

Había elegido otro tema para esta carta y había escrito ya sobre él, pero estoy cambiando este texto en el último momento porque acabo de encontrarme esta canción increíble que ha salido hoy y bueno... En fin, lo vais a entender cuando escuchéis la letra.

 
Primavera experience.
 

Universos a los que mudarme

Procedo a bendecir vuestro timeline de Twitter, descubriendo a quien no la conozca esta cuenta de un jardín maravilloso que todos los días nos recuerda que hay belleza en el mundo.

Lecturas que te iluminan

Estaba yo un poco perdida y con la sensación de orfandad que provoca haber terminado un libro, mientras echaba un vistazo al catálogo de la más que recomendada eBiblio. Fue entonces cuando me topé con esta preciosísima edición ilustrada de Nórdica Libros (mirad aquí las primeras páginas). «¿Puedo leer, aquí y ahora, a Clarice Lispector describiendo flores? ¡Y gratis! ¿Me ha venido Dios a ver?», me pregunté. Pero no, no tenía que dar gracias a Dios sino a la Biblioteca Pública. El libro es cortísimo y estoy segura de que ganará mucho en papel. Tan bonito como un ramo de flores.

Wallaland

La nueva colección que hemos subido me gusta mucho estéticamente, pero es incluso mejor como concepto. Porque no me digáis que no es una fantasía llevar como fondo de móvil las guardas digitalizadas de libros publicados en el siglo XIX.

Personas muertas que me obsesionan

Ella y Florence Du Cane eran dos hermanas inglesas, ilustradora y escritora respectivamente, que decidieron pasar de hacer cosas típicas de señoras victorianas y se dedicaron a viajar juntas por el mundo. Bravo por ellas. Publicaron algunos libros sobre los lugares que visitaron, incluidas las Islas Canarias, pero el que os recomiendo ojear (ojalá hojear pero dudo que encontréis un ejemplar físico) para un óptimo mood primaveral es el que dedicaron a los jardines de Japón. En Project Gutenberg lo tienen entero, pero es mejor ver las ilustraciones aquí.

Nuestros nombres olvidados

Nuestros nombres olvidados ya ha salido de imprenta. Cuando publicas un libro tienes unas ganas inmensas de que todo el mundo lo lea y a la vez querrías evitarlo a toda costa. Es raro. Sientes una presión agradable en el pecho y se te pone el estómago del revés. Pero estoy feliz de no haberme roto por dentro estos meses y que me haya vuelto a pasar. Este libro debería haber salido en otoño de 2020. Es otro de esos proyectos que la pandemia retrasó hasta el punto de no encontrarle ya sentido a nada. Y, sin embargo, ahora que lo tengo en las manos creo que la espera le vino bien y que mereció la pena. El libro se pondrá a la venta el día 17 (aquí lo tenéis en preventa), antes de que nos volvamos a leer. La próxima carta estará inspirada en los temas que hay detrás del libro. Si ya lo habéis leído será un buen extra y si no, os servirá como aperitivo en caso de que os apetezca probarlo. Es un cuento para adultos lleno de símbolos y metáforas para explicar cómo se han mantenido los arquetipos femeninos a lo largo de la historia. Escribir con ese lenguaje mágico de los cuentos ha sido un experimento para mí. A la vez un reto y un capricho. El texto tendréis que juzgarlo vosotros, pero sí os puedo decir que las ilustraciones de Laura son espectaculares.

Espero que algo de esta carta os haya emocionado o por lo menos os haya dado ganas de emocionaros. La primavera está hecha para eso y, sea como sea, la vamos a vivir.

Extreme primavera experience.

 

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📸  CRÉDITOS

1. Fotograma de Colors are Useful, 1961

2. Cortana

3. Fotograma de Alice in Wonderland, 1985