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Foto de Hannes Caspar
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Queridas personas:
El comienzo de la primavera son punzadas de luz y de aire. Un desfallecimiento momentáneo del invierno, una muestra casi imperceptible de debilidad. Por esa grieta invisible se cuela una alegría leve que apenas se sostiene unos segundos en el corazón, pero lo llena por completo, como un relámpago. Se nota también en los dientes la vibración de algo que empieza. Quien tiene buen olfato para las historias lo detecta en seguida.
Sigue el frío y viene la lluvia, pero el invierno se rompe. Y aunque sepamos cómo funciona la órbita terrestre, algo muy antiguo dentro de nosotros nos dice que hemos ganado, hemos resistido: aún nos queda algo de luz guardada en el pecho. Y este sol que ahora hace las tardes más largas es el que vimos amanecer triunfante tras el solsticio, como una punta de lanza que ha atravesado las tinieblas, que nos ha traído a estos días de mañanas radiantes y árboles en flor.
Aunque todas las tardes parecían igual de oscuras, la luz iba ganando terreno. El invierno nunca dura para siempre. Se lo va llevando la lluvia. Y cada vez que sobre las aceras mojadas vuelve a reflejarse este sol de primavera, hay más colores y la luz es menos fría.
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🎧 Un tema con la misma mezcla delicada de belleza y nostalgia que trae consigo la primavera.
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➤ Un concepto
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Os gustó mucho cuando hablé de aquel vaso romano con la inscripción «Alégrate de estar aquí», así que hoy os he traído una expresión japonesa que viene a hablar de lo mismo. Ichi-go ichi-e hace referencia a un encuentro que jamás volverá a repetirse ya que ninguno de los asistentes será otra vez la misma persona. Esta reflexión tiene implicaciones más profundas que la del vaso milenario porque lógicamente el cerebro no te va a funcionar igual en una ceremonia del té que una bacanal romana, pero la idea es muy parecida: disfrutad de cada reunión con vuestros amigos esta primavera porque las flores no serán las mismas el año que viene, ni nosotros tampoco.
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➤ Carmen del pasado
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¿Habéis pensado en mí estas tres semanas? Yo me he acordado mucho de vosotros y hasta os he mencionado en la radio. Susana Pedreira me hizo una entrevista en Onda Cero para que le hablara de la vida en internet y este espacio tan increíble que hemos creado aquí.
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➤ Una web
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Esta recomendación no es mía sino vuestra porque varias personas me la habéis mandado. Cuando vosotros y yo coincidimos en que algo es «muy Flecha» me siento muy feliz.
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➤ Un sonido
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Este vídeo también me lo mandó una lectora, pero yo ya lo tenía apuntadísimo para compartirlo aquí, en una carta que necesitara algo de emoción y de épica, el sonido de algo que empieza.
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➤ En el club
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Esta newsletter tiene una fantástica comunidad en Telegram. Para uniros solo tenéis que usar este enlace desde un móvil.
📖 En la sala #130 hemos continuado con la tertulia literaria: 145 comentarios llenos de reseñas y recomendaciones. Ya dije en la radio que sois la mejor comunidad y me reitero.
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➤ Carmen del futuro
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Del 20 al 23 de junio voy a estar en MODOS, un programa de desconexión o superconexión, según se mire, que organiza Silvia Ferpal en Asturias. Allí hablaré de creatividad, de trabajar con palabras y de estar siempre haciendo cosas distintas sin perder del todo la cabeza. Pero vamos, que los otros tres invitados molan más que yo y el sitio es increíble. Echadle un vistazo y reservad pronto si os interesa, porque hasta el día 12 hay precio reducido.
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➤ Palabras mágicas
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Pensé que ya no tenía citas preciosas sobre la primavera, después de las que os puse el año pasado al final de esta carta, pero el otro día, mientras revisitaba a Clarice Lispector, me guardé esta para vosotros. Es del texto Yo sé lo que es la primavera, del recopilatorio Aprendiendo a vivir, traducido por Elena Losada.
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Sé qué es primavera porque siento un perfume de polen en el aire, que tal vez sea mi propio polen, siento escalofríos sin razón cuando canta un pájaro, y siento que sin saberlo estoy reformulando la vida. Porque estoy viva. Que lo diga la primavera torturante, límpida y mortal, que encuentra cada año preparada para recibirla. Ya sé que perturba los sentidos. Pero, ¿por qué no aturdirse un poco?
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Me despido ya. Espero que hasta que nos volvamos a leer, estrenéis la primavera como se merece.
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