Al comienzo de este verano, para ponerme en situación antes de escribiros estas cartas, me releí la primera que os mandé el año pasado. ¿Os acordáis?

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Foto de Rob Kulisek.

Queridos míos:


Al comienzo de este verano, para ponerme en situación antes de escribiros estas cartas, me releí la primera que os mandé el año pasado. ¿Os acordáis? En ella os contaba cuál iba a ser mi lema estival de 2021: Vivir bien es la mejor venganza. Tengo que confesar que al recordarlo me dio la risa. Entendedme, todo mi respeto para Carmen del pasado y sus aspiraciones vitales. La frase me sigue pareciendo maravillosa, pero como lema sentí que este año me venía grande. La venganza como concepto está bien, le aporta épica a la vida, pero requiere muchísima energía. Y no estoy yo en este momento de mi vida para venganzas.


Decidí que este año tendría que pasar sin lema porque ajustarse a uno también requiere esfuerzo. Pero me acordé de una frase del Corán que había leído hace poco. Es del Al-Waqiah, la sura 56, en la que se narra lo que acontecerá al final de los días (lo sé, estáis flipando ahora mismo, pero así es esta newsletter). Según este texto sagrado la humanidad se repartirá en tres grupos. Uno irá al infierno y los otros dos gozarán de distintas recompensas en el paraíso. Algunos vivirán:


En una extensa sombra,

Cerca de agua corriente

Y abundante fruta,

Que no faltará ni estará prohibida.


La sura es mucho más larga, pero me enamoré de este sencillo concepto del paraíso para un pueblo del desierto. ¿Qué más necesitamos en realidad? Y si ya lo tenemos, ¿por qué no lo apreciamos? ¿Por qué no lo cuidamos?


En este verano abrasador os deseo que volváis a la esencia misma de las cosas. Que disfrutéis el cobijo de una sombra fresca a los pies de un árbol, el rumor del agua corriente y toda la fruta dulce que se os antoje.

🐪 La canción

Un tema tema para escuchar cuando empieza a caer la noche, se encienden velas en los porches y las calles se llenan con el olor de los jazmines.

📖 El placer

Este libro fue como un bálsamo para mis ojitos cansados de enlazar lecturas tortuosas. Un señor cuya carrera ha consistido en encontrar las mejores materias primas para la industria del perfume, hace un evocador recorrido por las regiones y personas que más le han marcado. Te lleva a lugares exóticos de todo el mundo y te explica cosas fascinantes sobre cómo se elaboran los perfumes. Es una lectura de lujo.
☞ En Kindle / en librerías

🍋 La delicia

El año pasado os recordé que las personas de bien tienen siempre varios tipos de aceitunas en su despensa. Este verano es hora de concretar más: aceitunas rellenas de limón. ¿Cómo no las habían inventado hasta hace unos años? Es la combinación perfecta. Supongo que Hacendado las hizo populares y ahora, por suerte, están en más supermercados. Pero necesito saber qué otras delicias me estoy perdiendo. Esta semana en el canal de Telegram, contadme cuáles son vuestras preferidas y dónde las compráis. Quiero estar al tanto del I+D aceitunil. ¿Cree el canal pensando en preguntaros esto? Ni confirmo ni desmiento.

🌬 El invento

El otro día también en el canal de Telegram alguien mencionó los ventiladores de techo (¿a santo de qué? no tengo la menor idea) y me pregunté cómo es posible que nunca los hubiera recomendado en OLA si son probablemente una de las cosas que el verano del hemisferio norte mejor le ha copiado a los climas tropicales. El ventilador de techo eléctrico lo inventó Philip Diehl, un señor alemán emigrado a Estados Unidos que también había trabajado en los primeros motores eléctricos de las máquinas de coser Singer y en unas lámparas por las que tuvo movidas con Edison (cómo no). Dios te tenga en su gloria, Peter. Los ventiladores de techo refrescan, pero no te matan el alma como el aire acondicionado. Sé que es una cosa rara para recomendar así de golpe, pero he pensado que quizá muchos estuvierais ya valorando la idea de instalar en uno en vuestra casa. Así que podéis considerar esta recomendación como una señal: tenéis que ponerlo.

🍸 Cosas del club: esta semana en el canal de Telegram hemos compartido recomendaciones de horchatas y consejos para viajar superútiles, algunos de los cuales incluso he puesto en práctica porque estoy de vacaciones. Por esa misma razón, aún no he tenido un rato para recopilar los que más me han gustado, pero me los guardo para las próximas cartas. Si no os habéis unido aún al canal, os lo recomiendo. Se ha convertido oficialmente en mi sitio favorito de internet. Gracias a todos los que participáis.

🚫 La desrecomendación

Una vez os desrecomendé que siguierais demasiado de cerca las noticias, pero hoy os desrecomiendo algo igual de adictivo y más improductivo aún, que es seguir el ciclo de las polémicas. Estar al tanto de la tremenda estupidez que ha dicho alguien random (¡ni siquiera un político!) que no tendría apenas difusión sino fuera por toda la gente enfadada que amplifica su mensaje. Os lo podéis ahorrar, de verdad.

  Actitud para esta semana:

Me despido hasta el próximo sábado. Esta semana buscad vuestro oasis. Seguro que tenéis alguno cerca.

Con cariño,
Carmen

P.D.:

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