Newton fue una persona que no te la acabas nunca. No voy a enumerar los logros que lo convierten en probablemente el científico más importante de todos los tiempos porque para eso ya está su página de Wikipedia y este vídeo corto de Neil deGrasse Tyson que me mandó Delia después de que le contara lo fascinada que estoy con ciertos datos de su biografía.
Justo ayer estaba buscando en YouTube listas de música con títulos hiperespecíficos (tengo que escribir otro post sobre eso) y me encontré con esta.
Playlist para estudiar como newton clavándose agujas en los ojos para probar hipótesis sobre la luz.
¿Cómo? No tenía noticia de este asunto. Me sentí como esta persona, la verdad:

Y Google me confirmó que era cierto.

Lo compartí en Bluesky y me alivió comprobar que sorprendía a más gente. La ignorancia en compañía se lleva mejor.
Pero da igual, seguiré descubriendo cosas de él y seguiré alucinando. Estos son otros datos de él que me fascinan y que leí recientemente en Starborn de Roberto Trotta.
1. Cuando Newton quería saber la hora miraba las sombras de los objetos en una habitación. Tremendo flex.
2. En 1668 creó el telescopio reflector, que ofrecía más aumentos que el telescopio galileano. Y lo fabricó él mismo, con sus propias manitas, usando para las lentes una nueva aleación de estaño, cobre y plomo que se había inventado.
3. Edmond Halley (el astrónomo que dio nombre al cometa) visitó a Newton en Cambridge un día y en una conversación casual típica de astrónomos le sacó el tema de las órbitas elípticas que había descrito Kepler. ¿Podría ser que los cuerpos celestes se movieran de esa forma? Newton le dijo que así era, que él ya había resuelto el tema de la gravitación universal y lo había calculado todo. ¿Cómo dices, Newton? ¿No estarás insinuando que has creado un nuevo paradigma de la física y no se lo has contado a nadie?
No sé cómo reaccionó exactamente Halley, pero estoy segura de que su cara era la de Pikachu sorprendido. Solo gracias a su insistencia y al ofrecimiento de pagar de su propio bolsillo la edición de un libro, Newton consintió en poner sus descubrimientos por escrito y publicar el Philosophiæ naturalis principia mathematica, que es considerada la obra científica más importante de la historia. El prefacio incluye una dedicatoria a Halley, al que creo que todos debemos nuestros agradecimientos.

(En este segundo intento, el muy agudo y erudito en todas las ramas del saber, Edmund Halley, ha trabajado diligentemente. No solo corrigió los errores de impresión y supervisó la inserción de los esquemas, sino que también fue el autor de la idea de que emprendiera esta publicación. En efecto, después de que él mismo hubiera obtenido de mí la demostración de la forma de las órbitas celestes, no dejó de rogarme que compartiera lo mismo con la Royal Society, la cual, bajo sus auspicios tan favorables y alentadores, logró que comenzara a pensar en publicar el trabajo).
3. ¿Pero fue solo el sentido común de su amigo el que movió a Newton a compartir sus hallazgos? No, fue también la rivalidad con otro científico: Robert Hooke, que estaba trabajando en unas ideas parecidas sobre el concepto de la gravitación, aunque no tenía resueltos los cálculos. ¿Podía consentir Newton que la ciencia humana siguiera estancada porque a él no le había apetecido poner sus teorías por escrito? Sí. ¿Podía soportar que otro se llevara el mérito de algo que había descubierto él antes? No.
4. Otra cosa en la que pienso a menudo es en cuántos cerebros como el de Newton habrá generado la evolución de los que jamás habremos tenido noticia. Para que una persona pueda revolucionar prácticamente todos los campos de la ciencia, necesita tener el tiempo de dedicarse a ello. Newton, por suerte, tenía una cátedra de matemáticas en la universidad de Cambridge por la que recibía un buen sueldo y apenas estaba obligado a dar un par de clases a la semana. Casi nadie acudía a ellas.